Se supone que debemos conseguir nuestro suministro diario de este importante nutriente, la vitamina D, del sol y de los alimentos, pero de acuerdo a estudios recientes, muchos de nosotros estamos quedando cortos.
El cuerpo necesita
vitamina D para:
• Mantener los huesos fuertes, la fuerza muscular y la
función de soporte
• Mantener el sistema inmunológico en pleno rendimiento
• Agilizar el intercambio de mensajes nerviosos desde el
cerebro al cuerpo
• Mantener un corazón y la circulación sanguínea sanos
• Proteger a las células de un envejecimiento prematuro.
En los países desarrollados como el nuestro lo más común es
tener niveles de vitamina D en niveles medios que no llegan a producir una
deficiencia grave, pero es habitual que estén muy por debajo de los niveles
óptimos.
En el caso de las mujeres, la deficiencia de vitamina D puede transformase en problemas de salud a
tener en cuenta como:
1.La enfermedad
cardiovascular: El corazón sufre sin suficiente vitamina D.
2. Depresión: Hay
estudios que han vinculado los niveles bajos de vitamina D con estados de
depresión en mujeres jóvenes sanas.
3. Enfermedad de
Alzheimer: recientemente los científicos han comenzado a darse cuenta de la
conexión entre la vitamina D y un cerebro sano.
4. Cáncer: La
vitamina D parece no sólo ayudar a prevenir el cáncer, sino para aumentar las
posibilidades de supervivencia una vez que alguien lo tiene. El Instituto
Nacional del Cáncer de Estados Unidos afirma que algunos estudios han informado
de una posible relación entre la vitamina D y el riesgo de cáncer, con
resultados que muestran que el nutriente puede retrasar o prevenir el desarrollo
de la enfermedad.
5. Complicaciones del
embarazo y parto prematuro: Las madres que no reciben suficiente vitamina D
también pueden estar en riesgo de desarrollar presión arterial alta y diabetes
gestacional.
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