En la entrada anterior hablábamos
sobre los problemas que cualquier mamá fashion que se precie sufre a diario.
Pero no te desanimes, ya que en esta serie de artículos vamos a seguir contando
las más divertidas anécdotas y
también vamos a aconsejar las mejores
soluciones que existen para salir airosa de casi cualquier situación. Sin
más preámbulos, vamos a seguir con el tema.
Si la prenda es cara el desastre es inminente
La Ley de Murphy entra en acción sobre todo si el desastre alcanza
proporciones épicas. O dicho de otro modo, cuanto
más caro sea tu jersey, sobre todo si lo estás estrenando, más posibilidades hay de que tu bebé te
vomite encima. Imagínate la escena: llevas a tu sonriente hijito en brazos,
el sol brilla en el cielo y te has decidido por fin a ponerte ese caro jersey
de cachemir en tono pastel que tan caro te costó y tan bien te queda. Pero a tu
bebé algo le ha sentado mal y de pronto notas una mancha caliente en la
espalda. Di adiós a tu jersey.
Los tacones y las prisas
¿Has probado alguna vez a correr detrás de tus hijos con tacones?
Por supuesto que sí, estas prendas permiten muy poca movilidad y los más
pequeños a veces son incapaces de
quedarse quietos, mala combinación para una mamá fashion, pero quien algo
quiere algo le cuesta. Lo mejor es que practiques
algunos movimientos mientras llevas tacones, lo puedes hacer en casa y así
evitas que algún vecino te vea y pienses que estás medio loca. Aprende a agacharte y a andar rápido a grandes zancadas. Una vez que te muevas con soltura
prueba a correr, con un poco de
práctica conseguirás incluso seguirle el ritmo a tus hijos y subirte con ellos
al tobogán.
Sigue leyendo un nuevo post en Fashion World Vip: Cómo ser una mama fashion y no morir en el intento (I)
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