Un bronceado natural para el verano


Si hay una palabra que provoca temor en cualquier salón de belleza, es "bronceador". La proposición de un polvo calcáreo que es demasiado oscuro o demasiado brillante, o ambos a la vez. Nos encanta la idea de la piel pasada por el sol, pero estamos aterrorizados por las implicaciones de caoba-naranja, dos palabras  inductoras de "falso" y "tan".

Entonces, ¿qué podemos hacer para tener ese color moreno, como si hubiéramos estado en la playa tomando el sol en vacaciones, pero sin salir de las cuatro paredes de nuestra oficina de trabajo?  Hay algunos trucos muy sencillos para poder conseguir ese color moreno sin la necesidad de pasar horas tomando el sol.


Piel morena bronceada
En primer lugar tenemos que hidratar nuestro cutis, a la vez que aplicamos un contorno de ojos que nos haga desaparecer esas bolsas y ojeras. Aplicamos una base de maquillaje del mismo o un tono más que el color de nuestra piel, puesto lo que estamos buscando es naturalidad. Un consejo, nunca utilicéis un maquillaje que sea dos tonos o más del color de vuestra piel, pues así conseguiréis ese efecto anaranjado que tanto odiamos.

En segundo lugar hay que encontrar la textura perfecta: polvos con un toque ultraligero, tirando a colores claros  y fáciles de difuminar, para lograr que no queden parches en nuestra piel. Estos polvos nos vienen perfectamente para poder fijar el maquillaje y darle a nuestra cara ese aspecto natural que estamos buscando.


Trucos de maquillaje
Acordaros de difuminar los polvos con ayuda de una brocha de pelo sintético y esparcir por cara, cuello y parpados. Y por último lugar, no os olvidéis de darle un toque de color rojo a vuestras mejillas para conseguir el efecto que causa el sol en nuestra piel, una especie de rubor.

Seguro que gracia a estos trucos, más de una persona te va a preguntar qué tal te ha ido por esas vacaciones en la playa.


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