El lugar elegido ha sido el
magnífico Palacio Garnier, también
conocido como la Ópera Garnier, un
enclave de lujo donde Stella McCartney
ha tenido la oportunidad de presentar su colección
Otoño-Invierno para 2016 y 2017 que nos ha deleitado con su marcado carácter sport: prendas acolchadas, abrigos
muy cómodos, faldas a media altura, ropa metalizada y un tema principal: los cisnes blancos.
Más sporty que nunca
Lejos de mostrarnos toda una
vasta colección de preciosos vestidos femeninos llenos de encajes y florituras
en esta ocasión Stella McCartney
decide apostar fuerte por un tema muy distinto y enfoca su colección hacia las prendas exteriores como las chaquetas con ribetes de pelo, abrigos y
diseños de gran tamaño decorados con terciopelo. Y es que el deporte es sinónimo de comodidad para
esta diseñadora, cuya ropa es más holgada
que nunca, algo que ha llamado mucho la atención.
Sin duda alguna la estrella de la
colección la han compuesto esos abrigos
y chaquetones que antes hemos mencionado, que han sido los que han centrado
todos los elogios y también alguna que
otra crítica. En segundo lugar
tenemos que mencionar las faldas
plisadas en tonos metalizados que arrojan algo de luz a una línea ya de por
sí bastante oscura, quizás la menos
luminosa de la modista británica.
Cisnes y volantes
Como hemos mencionado, los cisnes blancos han sido el elemento icónico de esta colección y
sin duda los volantes el recurso más
destacado entre las creaciones de Stella
McCartney para este Otoño-Invierno. Los cisnes han estado presentes en
forma de estampados tanto en pantalones como en vestidos, mientras
que los volantes han sido la tónica
habitual de la velada. Pero eso sí, siempre con un toque sport muy acusado y un gusto inherente por la comodidad.
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