Hay muchos tipos de vestidos distintos, a parte del color y los estampados, hay cuatro puntos clave que hacen que se diferencien uno de otro y que nos quede mejor un tipo de diseño que otro. Estos cuatro puntos en que nos debemos fijar a la hora de elegir un vestido son:
-Primero el corte, están los vestidos con líneas rectas horizontales que aportarán volumen a tu cuerpo, los de líneas rectas verticales que te darán altura y esbeltez y, por último, con líneas redondeadas que te harán una figura más sinuosa.
-Luego está el tipo de escote que, igual que en las camisas y demás prendas superiores, hay de varias formas que te permiten enfatizar más o menos la zona del pecho y el escote en general, según nos sintamos más cómodas.
-La forma de los hombros, pueden ser angulosos ofreciendo una estructura o redondeados con líneas sinuosas pudiendo hacer que seamos más bajitas a nivel óptico.
-Por último, y más importante, la forma del conjunto, están:
*los vestidos sueltos con líneas rectas que, combinándolos con un cinturón quedan perfectos para uso diario;
*los cruzados o conocidos como wrap, muy sensuales, muestran y marcan lo justo para poder ser una elección perfecta para todo tipo de cuerpos, destacando lo mejor del cuerpo femenino;
*los palabra de honor, muy acertado en chicas sin mucho busto y con hombros definidos, suele ser la apuesta ganadora en todas las fiestas de Hollywood;
*los vestidos con vuelo, muy juveniles, que aportan volumen y movilidad;
*el corte imperio, es perfecto para las mujeres con el tallo alto ya que proporcionan una imagen esbelta;
*el llamado corte trapezoide, por su forma general, son la opción más acertada para mujeres con silueta más redondeada ofreciendo a la vista una figura más triangular.
Con esta guía ya podemos elegir el vestido que mejor nos quede y que nos permita mostrar y lucir las partes de nuestro cuerpo que más nos apetezca y, por lo contrario, ocultar el resto.
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